Los libros leídos, los libros vislumbrados, oídos; constituyen nuestra vida tanto como nuestras propias vivencias.
jueves, 25 de noviembre de 2010
El llanto de los niños
domingo, 14 de noviembre de 2010
El reloj
Sorda como estaba, que yo debía desgañitarme para que me entendiera, ¿cómo era posible que oyera el reloj? Fuí corriendo a la entrada y vi aterrada como marcaba las cuatro y un minuto, el minuto justo que yo había tardado en llegar a la entrada.
miércoles, 10 de noviembre de 2010

Las verdaderas correspondencias
CorrespondancesLa Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles;
L'homme y passe à travers des forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.
Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent.
II est des parfums frais comme des chairs d'enfants,
Doux comme les hautbois, verts comme les prairies,
Et d'autres, corrompus, riches et triomphants,
Ayant l'expansion des choses infinies,
Comme l'ambre, le musc, le benjoin et l'encens,
Qui chantent les transports de l'esprit et des sens.
Charles Baudelaire
La Naturaleza es un templo en el que pilares vivientes
dejan, a veces, escapar confusas palabras;
el hombre atraviesa estos bosques de símbolos
que le observan con miradas familiares
Igual que lejanos ecos que de lejos se confunden
en una tenebros y profunda unidad,
vasta como la noche y como la claridad
los perfumes, los colores y los sonidos se responden.
Hay perfumes frescos como la piel de los bebes,
dulces como los oboes, verdes como las praderas,
y otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Y tienen la expansión de las cosas infinitas,
como el ámbar, el musgo, el benjuí y el incienso,
que cantan la conmoción del espíritu y de los sentidos.
El gran poeta, el que inaugura casi todo, nos habla en este descomunal poema de un mundo que nos susurra su unidad desde innumerables símbolos. Que la naturaleza no es más que una vasta acumulación de ecos y de metáforas que nosotros no logramos desentrañar. Yo creo que es la visión del mundo de la poesía o de la música, justo la contraria de la física, que busca compartimentar, dividir el mundo, analizarlo.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Abuanajolyojen

http://www.youtube.com/watch?v=bg8EQdcud7Q&feature=related
martes, 2 de noviembre de 2010
A oscuras
No encuentra la manga y en su desesperación estira con fuerza el brazo y desgarra el suéter. Hace tan solo dos días que llegó, creo que se llama Vázquez o Pérez o algo así muy vulgar. Parte de la mano le asoma por el roto, intenta sacarla, veo sus dedos debatirse como marionetas. Vuelve a intentarlo, estira el brazo con fuerza y la inercia le hace caer de culo sobre el camastro, le siento bufar. Una tenue luz que entra por el ventanuco que hay sobre mi cabeza le alcanza como un rayo de sol y me permite verle,mis ojos ya están acostumbrados a la oscuridad, son dos años aquí, pero él no tiene esa suerte o esa desgracia. Sentado sobre el catre, cuando yo pensaba que había perdido las eperanzas, logra sacar la mano del agujero, entonces con renovadas energías busca otra vez la manga y lo consigue.
Todos hemos pasado por eso, la desesperación inicial, la idea inmediata de escamotear la ropa de la taquilla que permanece cerrada por las noches, ocultarla debajo de la almohada y esperar la llegada de la noche. Creía que la manga izquierda iba a ser más fácil pero se le resiste, pugna de manera incansable por conseguir introducir el brazo, se tranquiliza un poco y lo hace con suavidad y concentrándose, al fin consigue calarse el jersey por completo.
Apenas he cruzado unas palabras con él, pero parece decidido, sincero y valiente; claro que todos somos así al principio. Suspira sentado en la cama, luego se pone de pie y, a la palpa, busca debajo de la almohada los pantalones. Yo recuerdo mi noche, conseguimos auparnos hasta la ventana, salir al patio y llegar hasta el muro, luego...
Sostiene los pantalones con las dos manos, levanta la pierna izquierda, titubea un poco y salta dos veces a la pata coja pero al final introduce la pierna en el camal, ¡quizás lo consiga!, de pronto, el pie se le engancha en la pernera, trastabilla hacia atrás y va a golperase contra las taquillas, un estruendo metálico inunda la sala, siento tras de mí los ojos de todos los compañeros clavados en esa figura apoyada en los armarios con una pierna dentro del pantalón y la otra fuera, pero nadie dice nada, un silencio espeso nos mantiene a todos rígidos, esperamos acontecimientos, uno, dos, tres, cuatro minutos... Nada, puede que no lo hayan oído. Entonces se saca el pantalón y haciendo un gurruño con él se lo mete bajo el suéter, a toda prisa y con destreza inusitada para la oscuridad que hay, se coloca debajo de la ventana y de puntillas se agarra al alféizar y...resuena el sonido de los focos encendiéndose, la puerta del fondo del corredor se abre; él se da la vuelta, saca el pantalón de debajo del suéter y mientras los ve acercándose termina de ponérselos tranquilamente.